jueves, 27 de agosto de 2015

La portuguesa Mota-Engil firma alianza con el SME

la redacción
 milenio
20 de agosto 2015

La portuguesa Mota-Engil firma alianza con el SME ota-Engil y el sindicato de la extinta empresa de electricidad Luz y Fuerza del Centro firmaron una alianza para participar en proyectos de generación en el país, dijo a MILENIO la firma portuguesa. 

 La sociedad con el SME se da en el contexto de un acuerdo de inserción laboral que los trabajadores firmaron con la Secretaría de Gobernación, dijo Mota-Engil, pues la alianza es una consecuencia de la reforma energética que permite a empresas privadas generar electricidad bajo un esquema de competencia. 

 Aunque al momento no se tienen cifras sobre cuántos elementos del SME trabajarán dentro de los proyectos de Mota-Engil, la firma portuguesa aseveró que los sindicalistas de la empresa declarada extinta por el ex presidente Felipe Calderón serán una base fundamental de su talento para buscar negocios adicionales en México. 

 La empresa ha ganado en el país concesiones para construir, mantener y operar carreteras y autopistas, así como recolección de residuos sólidosyla construcción de la primera fase del tren ligero de Guadalajara. A fines de 2014, MotaEngil acumulaba una cartera de mil millones de euros en contratas, luego de haberse establecido en México seis años antes. 

 Bajo el esquema negociado, una cantidad de agremiados del SME se incorporará a la empresa, que pondrá "la experiencia, la capacidad tecnológica y financiera, y el sindicato los recursos humanos" en las iniciativas en que participen. Es decir, los sindicalistas se sumarán a los 28 mil empleados que Mota-Engil tiene en sus operaciones globales.

fuente


Da Gobierno regalo a SME y Mota-Engil

Reforma/ 20 de agosto de 2015/ Karina Suárez / Francisco Rivas

Para analistas del sector eléctrico la entrega de las plantas hidroeléctricas en desuso de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LyFC) a la cooperativa LF Centro es un regalo.

A pesar del desuso de algunos centros por más de 6 años, las 14 plantas hidroeléctricas, que serán operadas por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), son activos de gran valor por su ubicación, ingeniería civil y la infraestructura asociada que reducirá el costo de operación cuando arranquen, comparada con la que tendrá unas nuevas, consideró José Manuel Muñoz, presidente del Observatorio Ciudadano de la Energía.

El analista criticó el modo en que la empresa Mota-Engil se hizo de estos activos, sin un proceso de licitación pese a que varias empresas estaban interesadas en la zona central del País.

"Tienen un regalo, cuál reto, el reto será que los hubieran invitado a concursar (a Mota-Engil). Los inversionistas no se van a ver atraídos a un mercado que no es transparente", expresó.

Calculó que en una planta hidroeléctrica de 10 megawatts el sustituir por completo el sistema electromecánico implicaría una inversión de 2 millones de dólares y estaría lista para operar en un plazo de un año, mientras que una planta nueva cuesta 10 veces más.

Luis Miguel Labardini, socio del despacho Marcos y Asociados, advirtió que este acuerdo promovido por el propio Gobierno implicará una transformación del SME de un sindicato subsidiado y corrupto a un empresario que toma partido en una iniciativa privada de energía eléctrica.

Aunque el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes es el propietario de dichas plantas, se negó a dar más detalles atribuyendo la responsabilidad a Gobernación.

A la espera

En Necaxa, Puebla, 411 trabajadores que permanecieron leales al SME esperan el llamado de su dirigente nacional para integrarse al proyecto de reactivación del mismo, dijo el subsecretario general de la División Necaxa, Román Olvera.

Explicó que todavía no hay detalles de la operación de la hidroeléctrica de Necaxa, así como las plantas localizadas en Tepexic, Patla y Tezcapa, pero que hay interés en colaborar.

Para algunos ex trabajadores de LyFC en Puebla el reinició de las plantas y otras instalaciones es un reconocimiento a su resistencia.

"No sólo es un avance, la oportunidad de que la hidroeléctrica vuelva a trabajar con la mano de obra del SME es un triunfo para todos los que aguantamos y esperamos a que se resolviera la lucha de una o de otra forma", comentó Carlos Tapia, quien permanece en una caseta de vigilancia en el acceso principal a la hidroeléctrica de Necaxa.



Los socios del SME
Alberto Aguirre M./ el economista/ 20 de agosto 2015

Desde su paso por la Plaza de Armas, en Toluca, Enrique Peña Nieto recibió el respaldo de los afiliados al Sindicato Mexicano de Electricistas. Esa organización gremial, proscrito por un decreto panista, contaba con los recursos para resistir el resto del sexenio calderonista. Y a la hora de apostar o por el obradorismo o el proyecto político mexiquense, Martín Esparza optó por alejarse del movimiento progresista y de Marcelo Ebrard, quien nunca pudo cumplir con su promesa de contratar a los obreros de la extinta Luz y Fuerza del Centro.
Esparza no se equivocó, a pesar de que el alud de reformas estructurales de los primeros meses del sexenio peñista acongojaron al sindicalismo independiente. Las demandas del SME fueron atendidas en las mesas conciliadoras del Palacio de Covián, no en las oficinas del secretario Navarrete Prida.
Esparza fue atendido por Luis Miranda y Alejandro Osuna Rivero, y poco tiempo después, el contador Alberto José Canseco García —uno de los colaboradores más cercanos del extinto Juan Armando Hinojosa— recibió la encomienda de encontrar la solución financiera que permitiera cubrir los pagos a los electricistas pensionados y jubilados. Entonces, 1,400 afiliados del SME tuvieron acceso al seguro de rentas vitalicias de Agroasemex.
Han transcurrido dos años y el resto de los obreros cesados por el calderonismo mantuvo una silenciosa resistencia. Esparza mantenía el diálogo con los negociadores peñistas, al tiempo que debía contener las presiones de sus representados, quienes cumplirían casi un lustro sin trabajar y sin haber cobrado sus liquidaciones.
Paradojas de las reformas estructurales peñistas: la apertura energética permitió que los ex trabajadores de Luz y Fuerza regresen al mercado laboral. El SME ha suscrito una alianza estratégica con la firma Mota-Engil para la generación de electricidad. La firma portuguesa se comprometió a aportar la capacidad tecnológica y financiera, mientras que la inversión del SME es el capital humano en la cooperativa LF del Centro, que operará 14 plantas hidroeléctricas actualmente en funcionamiento, más otras cuatro plantas de generación de ciclo combinado en la zona metropolitana de la ciudad de México, que tendrán una capacidad de 1,700 megawatts.
Mota-Engil es empresa portuguesa con más de 70 años de experiencia que mantiene una posición consolidada en el ranking de los 30 grupos europeos más importantes en la gestión y construcción de infraestructura; cuenta con nueve divisiones y actualmente tiene presencia en 22 países, repartidos en Europa, África y América Latina. Cotiza tanto en la Bolsa de Valores de Portugal como la de Holanda. Mota-Engil cuenta con un equipo de más de 28,000 empleados, a los que se sumarán los electricistas mexicanos.
En este acuerdo sólo participan ambas entidades, sin incluir otros socios terceros, como Grupo Prodi, del empresario mexiquense José Miguel Bejos, que cuenta con una sociedad con la división de infraestructura de Mota-Engil, que ha suscrito contratos para la construcción de megaobras que ascienden a 13,600 millones de pesos con el gobierno federal en lo que va del sexenio. Entre estas obras concesionadas están dos tramos del Tren Ligero de Guadalajara y dos autopistas en Veracruz.

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